¿Cómo integrar tu oficina en casa?
Una tendencia clara en el mundo de la decoración de interiores es la llegada del Home Office. Y es que si algo dejó la pandemia es un nuevo modelo laboral en el que ya no es necesario salir de casa para trabajar.
Si en tu empresa o negocio te ha tocado mudarte a un modo de trabajo remoto y en casa, estás en el lugar correcto. Aquí te contaremos cómo integrar tu propia oficina en casa de dos formas, tanto si tienes espacio como si no tienes dónde poner tu escritorio y tu silla.
La tendencia del Home Office
Como ya te adelantábamos, la tendencia del Home Office ha llegado para quedarse por varios motivos. El primero son todos los ahorros en costes que tiene para una empresa. En segundo, tenemos los beneficios y el ahorro en tiempo y estrés para el trabajador.
Pero eso no es todo, la apuesta por espacios multifuncionales en la decoración y la arquitectura ha hecho que esta tendencia encontrase el entorno ideal para no irse. Por ello es que cada vez vemos más personas que trabajan o que estudian sin salir de su casa.
El obstáculo al que se enfrentan las personas al tener su oficina en casa
Seamos sinceros, pocos estábamos preparados para ver como de pronto nuestras casas se convertían en nuestras oficinas. Muchos no contaban con la infraestructura necesaria o con elementos tan básicos como un escritorio o una silla que fuese cómoda o ergonómica.
Por ello es que decidimos crear una guía que te ayudará a adaptarte a esta nueva forma de trabajo. Para hacerlo mucho más universal hemos creado una guía que servirá tanto a quienes tienen espacio para tener una oficina en forma como para quienes buscan adaptarse en un entorno más compacto.
Dos opciones para tener tu oficina en casa paso a paso
1. Con una habitación dedicada a tu oficina
Este apartado es para quienes tienen una habitación libre que se puede convertir a oficina.
El primer paso para tener una oficina en casa con sillas, escritorio, repisa o incluso una cajonera para los archivos es definir el espacio disponible.
Revisa cuánto es lo que mide esa habitación libre para que así puedas planear qué muebles colocar. Si la habitación es pequeña puedes optar por mueble compactos como estantería, si es grande, incluso puedes reutilizar sillas de terraza o mesas que no utilizas.
Listo, ya que hemos definido el espacio disponible el siguiente paso es muy sencillo, buscar el mobiliario. Aquí tenemos dos opciones, la primera es comprar todo lo que necesitamos, las sillas, mesas, escritorio, archivero o un clóset para papelería.
Otra opción, en caso de que no tendrás dinero disponible para comprar nuevo mobiliario es reciclar el que ya tienes. Toma la mesa de tu casa que ya no usas o aprovecha esa silla que tienes guardada en el clóset para así crear tu propia oficina sin gastar de más.
Una de las claves de éxito de toda oficina en casa es la iluminación de la misma. Y es que, de acuerdo con expertos, la iluminación hará que sea más o menos pesado el trabajar en tu oficina e incluso influirá en molestias en tu vista o dolor de cabeza.
Lo mejor es tener una buena iluminación natural y también, lámparas o fuentes de luz adicional que ayude a tener una oficina mejor iluminada. Si bien la temperatura de la luz dependerá de cada persona, los expertos recomiendan hacer uso de luz fría.
Ahora llegó el momento de finalizar con los detalles de la misma. Tener el módem de internet cerca de tu ordenador es muy importante para que este te dé mejor señal de internet. También puedes instalar un cable de Ethernet para tener la mejor conexión sin ninguna inestabilidad en la misma.
Añadir extras que hagan que sea más cómoda la oficina es muy importante, por ejemplo, colocar una alfombra para que puedas estar descalzo en la misma. Un zapatero es otra buena idea si en tu casa se acostumbra no usar zapatos de calle dentro de la misma.
2. Sin espacio para una habitación exclusiva
En caso de que no tengas un espacio para crear una oficina puedes adaptarla con estos pasos.
El primer paso es muy sencillo, buscar un espacio donde puedas colocar tu oficina. Para ello tendrás que revisar toda la casa a fondo.
Si tienes terrazas y en ellas hay pérgolas para terraza entonces puedes aprovechar para crear tu oficina allí. También puedes hacerlo en tu dormitorio utilizando el velador, la cajonera del clóset o algún estante bajo. Aquí lo que más vale será tu capacidad para adaptarte a tu entorno.
Listo, ya tenemos el espacio que usaremos, ahora llegó el momento de adaptarlo. Si usarás los veladores de tu dormitorio puedes rotarlos o juntarlos de modo que formen un tablero. Si optaste, por el contrario, de usar el comedor solo bastará con escombrar un poco la mesa y mover las sillas para liberar espacio.
Aquí lo que debes de hacer es adaptar el espacio de modo que puedas colocar tu ordenador y todo lo que necesitas para trabajar. Incluso puedes usar algún estante cercano para colocar ahí tu computadora cuando ya no la utilices y así poder utilizar la mesa del comedor para comer.
Este es uno de los mejores consejos que podemos darte, ya que si no tienes mucho presupuesto te salvará la vida. Si ya tienes muebles de terraza o un sofá cama cerca de reposeras en las que cabe tu computadora ¡Aprovéchalas!
No tiene que invertir en comprar muebles exclusivos de oficina porque recuerda que el espacio hace falta. Lo mejor es ver qué podemos hacer con lo que tenemos y si podemos adaptarlo para hacer que la oficina sea mucho más cómoda para trabajar en casa.
Es probable que en algún momento debas de hacer algunos ajustes como añadir un estante adicional o mover el módem de internet. La colocación de cable alámbrico de internet es otro cambio que puede que tengas que realizar para contar con una mejor conexión a internet.
Lo recomendable es que esos ajustes sean simples y siempre se puedan modificar para volver a como estabas antes de montar la oficina. Por ejemplo, si tienes que mover el sofá hazlo, solo recuerda donde iba para que puedas devolverlo a su lugar una vez hayas dejado de utilizar la oficina improvisada en casa.
Por último, es importante que revises los detalles de la habitación para así asegurarte de que allí puedes trabajar cómodamente. Quizás hay mucho ruido por lo que tendrás que cerrar las ventanas o la puerta para que así no te molesten mientras estás trabajando.
O por el contrario, en ese espejo se refleja el sol y te deslumbra por lo que tendrás que cambiarlo de posición. Recuerda que el objetivo es crear un espacio cómodo y amigable donde podamos trabajar en casa adaptándonos a la falta de espacio o al no contar con una habitación libre.